María Fuentes Merlos (Murcia, 1992)

Si has llegado aquí, no me gustaría caer en el formalismo de definirme en tercera persona, como si interlocutor y sujeto fuésemos acaso perfectos desconocidos.

Soy María, soy de Murcia y vivo en Madrid desde 2012. Como abogada de profesión, esto sintetizaría algunos datos fácticos “no controvertidos”. Y como consecuencia de esto último (ser abogada) podemos deducir otras dos realidades: 1) soy artista autodidacta y 2) rehúso autodenominarme “artista”.

Y, ¿por qué pinto? La pintura es para mí una válvula de escape, un respiradero para la inquietud que hierve en mi cabeza. Según mi carta astral, nací con la luna en Piscis lo que aparentemente significa que tengo (o padezco) una extrema sensibilidad. Tiendo a escuchar en bucle canciones que me emocionan, encuentro belleza en objetos cotidianos, me atrapan las composiciones de colores y texturas en cualquiera de sus formatos o representaciones y no concibo leer un libro sin un lápiz en la mano.

En mi proceso creativo confluyen estas pequeñas cosas y, si bien siempre hay cierto componente de proyección o reflexión con respecto al soporte, el color o los materiales, predomina la espontaneidad. La abstracción como forma de expresión me permite precisamente desligarme momentáneamente de la sobredosis de estímulos del día a día y la rigidez inherente a la rutina para sumirme en una especie de meditación.

En mi pintura no pretendo encapsular una idea específica o reinterpretar un concepto figurativo sobre el lienzo. Tampoco busco provocar un sentimiento en particular. La vida ya es demasiado seria para imponer nuevos patrones. Pintar sencillamente me divierte y me hace feliz y si, con toda humildad, una de mis (naturalmente imperfectas) obras consigue teletransportarte a un momento que te evoque algo similar, sólo puedo decir: g-r-a-c-i-a-s.